Florentín Pérez

El P. Florentín, sentado a la derecha, en la casa de Monte Sión de Torrent (Valencia) en el año 1931, acompañado de otros tres religiosos mártires: el P. Ambrosio de Torrent, el P. Modesto de Torrent y el P. Urbano Gil.

Nacido en Valdecuenca, pueblo turolense de la Sierra de Albarracín, el 14 de marzo de 1902, ingresó en el Asilo San Nicolás de Bari cuando se quedó huérfano de madre. Allí estudió y recibió la Primera Comunión. El 15 de septiembre de 1919 vistió el hábito religioso y dos años después, el día de la Virgen de los Dolores, emitió sus primeros votos religiosos. En 1927 profesó perpetuamente y al año siguiente fue ordenado sacerdote por el P. Fundador.

El P. Florentín dio comienzo a su ministerio sacerdotal en la Escuela de Reforma Nuestra Señora del Camino en Pamplona (Navarra), pasando enseguida a la escuela seráfica de San Antonio, en la misma ciudad. De 1930 a 1935 ejerció su ministerio en el convento de Nuestra Señora de Monte Sión en Torrent (Valencia) como profesor de música y educador de niños.

La revolución le sorprendió en la casa noviciado San José de Godella (Valencia). Junto con los padres Francisco de Ayelo, Antonio de Masamagrell y algún novicio más compareció ante el pelotón de milicianos dispuesto a morir. Los padres se dieron mutuamente la absolución y se prepararon para el martirio. Salvada la vida por esta vez, halló refugio en casa de un bienhechor de Benaguasil, pero finalmente fue apresado. Pasó tres días en la cárcel del pueblo hasta que, junto con fray Urbano Gil, fue asesinado el 23 de agosto de 1936 en la salida a la carretera de Pobla de Vallbona a Lliria.

El P. Florentín tenía un carácter alegre y bondadoso, ganándose fácilmente la simpatía de todos. Sencillo, amable y paciente, siempre profesó una gran devoción a la Virgen de los Dolores.

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