Un “hasta luego” tras más de 25 años de apostolado en África

Por Fr. Géraud AFIGNONZO, Fr. Arsenio Trejo y Fr. Ange LOBOUÉ

Coincidiendo con el inicio de la primavera, Fr. Isaac Calvo ha dejado África, y su comunidad Mártires Amigonianos de Benín, para iniciar un nuevo camino en Alemania junto a nuestra comunidad Luis Amigó de Gladbeck.

Han sido más de 25 años en este continente, desde la primera presencia de la Congregación en Costa de Marfil. Allí pasó 15 años de mucho trabajo, no carente de dificultades como los conflictos bélicos que vivió, pero todas ellas superadas poniendo la confianza en Dios. Por eso, antes de viajar a Alemania, ha pasado también unos días en nuestra comunidad marfileña para descansar, despedirse y seguir formando a los cinco postulantes que están en esa comunidad.

Era el mes de octubre de 2012 cuando Fr. Isaac llegaba, junto con Fr. Félix Yao, a Cotonou, capital de Benín. En el aeropuerto les esperaba la hermana Luz Edith, terciaria capuchina colombiana, que les trasladó a Portonovo, ya que al inicio de su presencia en Benín ambos hermanos vivieron con los religiosos salesianos. Por ello, en la comunidad no podían dejar de celebrar una despedida con las Hermanas, entre ellas la Hna. Luz Edith y la Hna. Pelagie, antes maestra de novicias y ahora delegada general en África, ya que la relación entre los dos noviciados ha sido y sigue siendo intensa y muy colaborativa.

También se ha despedido de todos los agentes pastorales del arciprestazgo de Ouedó, compuesto por 17 parroquias y comunidades cristianas, en un encuentro en nuestra casa en el que más de 35 personas que agradecieron la presencia de Fr. Isaac en el arciprestazgo.

Y no podía faltar la despedida con los Hermanos de La Salle, conocidos desde Abiyán, con los que siempre ha habido una colaboración estrecha en la alfabetización de los menores cuando los religiosos amigonianos comenzaron a visitarlos en la prisión de Calavi dos días a la semana. La comunidad sigue manteniendo esa colaboración estrecha, celebrando los encuentros de promoción vocacional en su colegio en Bohicon y visitando sus colegios para inspirarse para la construcción de la escuela Luis Amigó.

Tres despedidas llenas de sabor español en las que no faltó la buena paella de Fr. Isaac que tanto gusta a los benineses. Por su parte, ellos pusieron sus danzas, su alegría, su cercanía, las buenas piñas… y los discursos estuvieron llenos de agradecimiento y buenos deseos.

Probablemente la despedida más especial fue la de un joven que había estado formándose en nuestra Casa Noviciado y que se acercó la tarde anterior a su partida al enterarse de su marcha. Agradeció la naturalidad, sencillez y cercanía de Fr. Isaac y, sobre todo, el gran interés que ponía en enseñar todo lo que sabía, además de su paciencia, ya que nunca perdía la serenidad.

La noche anterior a su partida fue la despedida de toda la comunidad con los novicios y los aspirantes, una despedida tradicional con el discurso del que allí llaman ya “le patriarche”, agradeciéndole su labor para la fundación de esta presencia en Benín. No faltaron los regalos y tampoco el baile.

De Benín, Fr. Isaac viajó a Costa de Marfil, donde ha permanecido una semana con la comunidad Luis Amigó, compartiendo con los hermanos todos sus recuerdos y vivencias de sus primeros años en Abiyán y una emotiva cena de despedida con discursos, cantos, bailes, pastel y regalos. También con los postulantes, con los que ha tenido dos sesiones formativas para explicarles la historia de la Congregación en África, tanto en Costa de Marfil como en Benín.

Además, ha podido compartir varias jornadas con los chicos y chicas de los centros Amigó Doumé y Zagal. Durante estos días ha visitado las instalaciones y ha saludado a educadores y formadores. Gracias a sus habilidades para tomar fotos y videos y su gran manejo del dron, ha aprovechado para grabar las actividades deportivas y el saludo a la bandera nacional del lunes. Tanto los empleados como el alumnado de ambos centros quisieron hacerle también su propio homenaje regalándole una camiseta en recuerdo de sus años en África.

Una despedida de África que no ha querido ser una “adiós” sino un “hasta luego”. Gracias, Fr. Isaac, por esto más de 25 años de apostolado en tierras africanas.

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