Por Noelia García
El fin de semana del 25 y 26 de marzo se han conmemorado los 125 años de la llegada de la Pedagogía Terciario-capuchina en Segorbe (Castellón), donde las Hermanas Terciarias Capuchinas se hicieron cargo de la Residencia Nuestra Señora de la Resurrección en 1898 y donde nuestro P. Fundador, Fr. Luis Amigó, fue obispo entre 1913 y 1934.
En la mañana del sábado, muchos de los niños/as, educadores/as y Hermanas Terciarias Capuchinas que han pasado por La Resurrección durante todos estos años de historia se reunieron para compartir un encuentro para recordar los momentos vividos allí.
El P. Juan Antonio Vives, miembro de nuestra comunidad del Seminario San José-EPLA de Godella (Valencia) e historiador de la Congregación, fue el encargado de abrir las celebraciones de la tarde del sábado con su conferencia “125 años de la Pedagogía Terciario-capuchina en Segorbe”, impartida en la Iglesia Seminario de la localidad junto a Isabel Abad.
El P. Vives comenzó su intervención detallando el contexto histórico de cómo fue la llegada de las Hermanas a Segorbe en 1898 para hacerse cargo de lo que entonces se denominó el Asilo Nuestras Señora de la Resurrección y cómo ha ido evolucionando desde entonces la institución.
A continuación, se centró en los principales valores de la Pedagogía Terciario-capuchina: la centralidad de la persona, el acompañamiento cercano y constante, el trato afectuoso y cordial, la individualización del proceso pedagógico, la educación orientada a la realización personal de cada individuo y el ambiente familiar.
El concierto de “Studium Vocale” puso punto y final a las celebraciones de este sábado. Al día siguiente, los actos conmemorativos se trasladaron a la Catedral Basílica de Segorbe, donde el obispo de la localidad, Mons. D. Casimiro López Llorente presidió la Eucaristía, en la que estuvieron presentes la superiora provincial de las Hermanas, Inmaculada Sancho, la alcaldesa, Mª Carmen Climent, junto a otros de la corporación municipal, y varios religiosos y laicos amigonianos.
Tras la Eucaristía, todos ellos se acercaron hasta el monumento que allí recuerda a nuestro P. Fundador, para hacer una ofrenda floral en la estatua realizada por el afamado escultor Manolo Rodríguez. Con el lanzamiento de unos fuegos artificiales y un vino de honor en los salones del Colegio Seminario, se dio por concluido este intenso fin de semana de celebraciones.