En la Parroquia Nuestra Madre del Dolor de Madrid se celebró el domingo 28 de noviembre de 2021 la Eucaristía de presentación a la comunidad del nuevo párroco, el P. Félix Martínez Ortega, religioso amigoniano y anteriormente vicario parroquial.
El P. Félix cursó la Teología en los Dominicos de Valencia, completó posteriormente los estudios de Educador Social, Animador Sociocultural y director de Tiempo Libre, y fue ordenado presbítero en Torrelavega (Cantabria) en 1990. Tras haber pasado treinta y cinco años como educador de menores, ocho en la Colonia San Vicente de Burjassot (Valencia) y veintisiete en la Casa de los Muchachos de Torrelavega (Cantabria), los últimos cinco ha ejercido como vicario parroquial de Nuestra Madre del Dolor en Madrid. Atiende también el servicio religioso de dos centros de menores con medidas judiciales de la Comunidad de Madrid.
El recibimiento y la presentación tuvieron lugar juntamente con la Eucaristía del día, presidida por el delegado Episcopal, el Sr. Vicario D. José Luis Díaz Lorenzo y concelebrando el nuevo párroco, D. Félix Martínez Ortega, el arcipreste de San Juan Evangelista, D. Félix González Álvarez y el párroco emérito, D Manuel García Iruela, el P. Provincial, P. Jesús Mª Etxetxikía, el anterior párroco, P. Javier López Díaz y presbíteros de las comunidades amigonianas de Madrid, P. Miguel Vadillo y P. Angel García.
Además de los feligreses, estuvieron presentes su familia, y una representación de los religiosos de las comunidades de Madrid, así como un grupo de religiosos y laicos pertenecientes a la familia amigoniana.
Tras la procesión y canto de entrada, acompañado por el coro juvenil de la parroquia, se inició la celebración con el saludo del presidente, deseando que el Señor bendiga, ilumine y fortalezca al nuevo pastor, con la lectura del nombramiento del párroco, por el Arcipreste, recordando las funciones de enseñar, santificar y regir a la comunidad, y con el juramento y compromiso de fidelidad del nuevo párroco.
El Vicario confía al nuevo párroco las llaves de la iglesia parroquial, su casa, para que sepa acoger a todas las personas que se acercan, y la pila bautismal para que, en el nombre de la Trinidad Santa, haga pasar a niños y adultos, de la muerte del pecado, a la vida de Cristo Glorioso.
Las lecturas y el salmo las proclamaron los miembros del consejo parroquial. Antes de la lectura del Santo Evangelio, el Sr. Vicario le hace entrega del evangelio de Cristo, para que anuncie su mensaje de salvación, por medio de la catequesis y de la homilía, y ayude a sus hermanos a conformar su vida con la Palabra de Dios.
En la homilía, el Sr. Vicario señaló los pilares de las lecturas del día, la fe y confianza de que nuestro corazón es del Señor, y el servicio, con la revolución de la ternura. Tras la homilía del Sr. Vicario, el nuevo Párroco y todos los presbíteros renovaron las promesas sacerdotales para renovar ilusiones y actualizar su servicio al pueblo de Dios. En las preces de la oración de los fieles, representantes de los grupos de la pastoral parroquial, expresaron sus peticiones.
El Vicario le entregó también los espacios celebrativos: la Sede Presidencial, para que celebre la eucaristía y guíe al Pueblo Santo de Dios, presidiéndolo en la fe y la caridad; el Altar, para que congregue en torne a él a los hijos de la Iglesia, presida la Eucaristía y los fieles se unan al sacrificio de Cristo y participen en la Mesa del Señor; la Sede Penitencial, para que derrame a manos llenas la misericordia del Señor sobre los hombres y les transmita la paz y la gracia que conduce hasta la vida eterna.
Antes de la comunión, el Sr. Vicario, le entregó la llave del Sagrario, para que conserve con cuidado el Pan Eucarístico, pueda llevarlo a los enfermos o personas que tienen dificultad y posibilite en los fieles la adoración eucarística.
Terminada la oración después de la comunión, el P. Félix dirigió unas palabras a todo el pueblo de Dios. De agradecimiento a Dios por su llamada en esta congregación amigoniana y a la Archidiócesis de Madrid por su confianza y envío a esta comunidad parroquial. Su compromiso es estar al servicio de la comunidad, que desea que esté unida y en colaboración, en especial con los pobres y los jóvenes en dificultad. Puso su ministerio en las manos de Nuestra Madre de los Dolores, patrona de la parroquia, confiando en su mediación y protección. El pueblo todo respondió con una gran ovación.
Ha sido un acontecimiento de singular importancia para la comunidad parroquial, que ha recibido al que ha de ser su pastor propio bajo la autoridad del Obispo, con las funciones de enseñar, santificar y regir. Sabe que cuenta con la cooperación de los otros presbíteros y con la ayuda de fieles laicos.
Tras la celebración, un pequeño ágape fraterno, vino español, en amena charla informal, permitió las felicitaciones y los agradecimientos personales y de los grupos de la comunidad parroquial de Ntra. Madre del Dolor de Madrid.
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Fr. Carlos Sagardoy Azagra.