Preparando el XI Capítulo Provincial: Trabajando juntos en la misión amigoniana

Nuestra Provincia Luis Amigó sigue con su trabajo de preparación para el XI Capítulo Provincial y el sábado 7 de mayo tuvo lugar el 3º encuentro precapitular para religiosos y laicos/as, que tuvo como tema central la misión compartida a través de la conferencia impartida por José Cristo Rey García Paredes con el título “Ministerio colaborativo en la Ecología de la Misión”.

Alrededor de 60 religiosos y laicos/as de las comunidades, Colegios Amigó, centros amigonianos, sede central y proyectos de la Fundación Amigó, parroquias y cooperadores amigonianos, procedentes de Galicia, Cantabria, Vizcaya, Pamplona, Teruel, Madrid, Valencia y Sevilla se dieron cita en el Colegio Fundación Caldeiro de Madrid para este 3º encuentro.

El P. Provincial, Fr. Jesús Mª Echechiquía, dio la bienvenida a todos los participantes e inició el encuentro con la lectura del Evangelio del día, del que destacó la llamada de amor de Dios mostrando su misericordia y la respuesta de amor, de implicación total, desde el corazón, que debemos dar a esa llamada.

A continuación, presentó al ponente, José Cristo Rey García Paredes, claretiano, teólogo y profesor, que ha sido director del Instituto Teológico de Vida Religiosa y de la revisa “Vida Religiosa” y es un gran conocedor de la vida religiosa no solo en España, sino en todo el mundo. Lo primero que quiso destacar el ponente fue cómo el encuentro era una muestra viva de sinodalidad, una asamblea precapitular con participación de religiosos y laicos/as.

Explicó primero José Cristo Rey porqué su ponencia se centraba en el ministerio colaborativo, como carisma compartido, y en la misión como ecosistema con diferentes capas y niveles de intervención mutua.

La primera parte de su charla, antes de la pausa-café, estuvo centrada en la misión, destacando que “tiene sentido cuando todo está interconectado. La misión es una sola, los ministerios son múltiples”. “Colaborar individuos y grupos, participando en un mismo sueño, cooperando y compartiendo sus puntos fuertes y débiles y trabajando por un bien común. Trabajar juntos, cada uno desde su peculiaridad y recursos, apoyándose mutuamente y actuando en comunión con toda la Iglesia”, subrayó.

El ponente continuó haciendo hincapié en que “la misión no es lo que la iglesia hace por Dios, sino lo que Dios hace y desea hacer a través de la iglesia y los seres humanos por la humanidad y la creación”. “Lo importante es el protagonismo misionero de Dios”, apostilló.

Antes de finalizar esta primera parte de la ponencia, José Cristo Rey introdujo de lo que hablaría a continuación, del “Ministerio colaborativo”, que propicia que la misión del Espíritu se cumpla a través de los distintos ministerios y colaboraciones de los seres humanos que han recibido sus dones. “Colaborar significa trabajar con el otro, no para el otro o bajo el otro. La colaboración genera un modo de compromiso en el que es necesario establecer una dinámica de reciprocidad”, agregó.

Se abrió a continuación un pequeño tiempo para preguntas y para compartir impresiones, en el que se habló de las diferencias entre espiritualidad y religiosidad, sobre cómo compartir misión sin compartir de fe, la necesidad de descubrir la acción del Espíritu para descubrir la misión y la colaboración desde estructuras circulares y no piramidales.

Tras el descanso, el ponente resaltó que “uno de los fenómenos más apasionados de la vida consagrada es la conciencia de compartir nuestro carisma con otras formas de vida cristiana, incluso con formas de vida no cristiana”.

Habló también de cómo el ministerio “es fuente de alegría cuando surge de la práctica de la colaboración: trabajo en equipo, ministerio compartido, propósito común de promover la misión de Dios en el mundo”. “Nuestros carismas no son exclusivos, sino inclusivos. El carisma compartido da forma a la Iglesia de manera particular y genera familias carismáticas”, añadió.

Para terminar, José Cristo Rey enumeró los siete principios del ministerio colaborativo:

  1. Atención permanente a los signos del Espíritu. No hay misión sin espiritualidad.
  2. No hay jerarquía, no hay rangos. Liderazgo compartido.
  3. La llamada “indispensable”. Sin vocación no hay carisma ni misión compartido.
  4. Hay un camino espiritual y formativo hacia una formación compartida.
  5. Respetar y cuidar las diversas identidades: religiosa, conyugal, familiar, laica, etc.
  6. Especialización carismática y redes.
  7. Conversión. No identificar misión compartida con trabajo compartido.

Tras la interesante ponencia, los participantes se dividieron en siete grupos de trabajo, en los que se habló de hacia dónde se debe avanzar en misión compartida, qué es necesario dejar y que hay que abrazar para llevar a cabo ese avance, qué pasos concretos deben dar religiosos y laicos/as y cómo articular en la práctica el liderazgo compartido. Tras el tiempo del trabajo en grupo, los/as secretarios/as compartieron las conclusiones de cada grupo.  

La comida fraterna puso el punto y final al encuentro, una oportunidad única de que laicos/as y religiosos de todos los lugares y todas las presencias trabajen juntos y compartan sus expectativas de cara al XI Capítulo Provincial, que tendrá lugar el 1 al 7 de julio en Collado-Villalba (Madrid).

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