Mi Navidad en la comunidad del Seminario San José-EPLA

En el retiro espiritual que se celebró en noviembre, cuyo ponente fue Fr José María Martín Martin, superior de la comunidad del Seminario San José-EPLA, se hizo hincapié en la salud espiritual; en lo esencial que es que la esperanza se contraponga al sin sentido de la vida, a la angustia vital, que ilumine y haga ver y vivir positivamente cada momento de la vida; que cada día, al levantarse de la cama, se pueda ver en ese día un futuro que vale la pena vivir, que se puede encontrar felicidad en lo que se hace, aunque a veces puede ser poco y que las relaciones humanas enriquecen y nos hacen más humanos y creyentes a la vez.

Tomando lo dicho anteriormente como punto de partida, nuestros religiosos mayores han tenido un mes de diciembre lleno de actividades, preparando la venida del Niño Jesús. Han decorado la casa, elaborado las tarjetas de Navidad para el personal que trabaja aquí; han tenido meriendas especiales; jugado al amigo invisible; han tenido sesión de cine, juegos de mesa, paseos al aire libre…

En otras palabras, se han reafirmado en el fortalecimiento de esos vínculos afectivos con sus otros hermanos y con las personas que les rodean, pues es una manera más de relacionarse con Dios. A Jesús le interesaba la historia de cada uno de los que se le acercaban buscando una curación; a ellos también les interesa la historia de cada uno de sus hermanos; les fortalece, les aflora sentimientos, les reafirma su misión.

Arthur Schopenhauer decía “envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”.

Mª Eugenia Fernández, encargada general del Seminario San José

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