Camino Sinodal de la Familia Amigoniana en Alemania

El domingo 8 de mayo se reunían 60 personas en Haus Entracht, uno de los centros de atención a niños y jóvenes que los amigonianos dirigen en Gelsenkirchen, dispuestas a informarse sobre el Camino Sinodal que los Amigonianos están poniendo en marcha en los diversos países en los que están presentes y, por lo tanto, también en Alemania.

El nombre del Camino Sinodal Alemán no es desconocido en ambientes eclesiales tanto en Alemania como en otros países, ya que se ha convertido en un camino atrevido, aunque controvertido, que en una unión -hasta ahora desconocida, aunque no exenta de dificultades- de obispos y laicos trabajan juntos para dar un impulso a la Iglesia en este país, institución que desgraciadamente en estos momentos está casi tocando fondo. Un nuevo camino es imprescindible para su supervivencia.

En este sentido es también urgente para los amigonianos de Alemania seguir un camino nuevo de carácter sinodal, es decir, de “caminar juntos religiosos y laicos” para poder continuar ofreciendo también en el futuro una ayuda social, pedagógica y religiosa a los niños y jóvenes que nos han sido confiados.  

Teniendo como tema la pregunta: ¿Qué espera Dios de la Iglesia -y también de la parcela de la misma, formada por los amigonianos y por quienes de alguna forma colaboran con ellos?, el P. Jens Anno Müller, Vicario General de la Congregación, había invitado a este encuentro a religiosos, educadores, voluntarios y miembros de la Familia Amigoniana a fin de reflexionar juntos sobre esta pregunta… algo que hicimos durante las dos horas que duró el encuentro.

La celebración de la Eucaristía -acompañada musicalmente por antiguos voluntarios del Centro Juvenil que los Amigonianos dirigieron en Bonn- supuso el final del encuentro y el punto de partida del Camino Sinodal de los amigonianos en Alemania.

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