Por Olga Regueira
AGRADECIMIENTO no es la palabra del año, pero porque no preguntaron a Pepa Chust Monte, del Colegio Nuestra Señora de Monte Sión de Torrent (Valencia), Suaad Manakli, del Colegio Santa Rita de Madrid, o a José María Izquierdo, del Colegio Nuestra Señora de los Dolores de Hellín (Albacete). Comienza el periodo de Navidad y como todos los años se inaugura con las fiestas de los colegios, los festivales, los villancicos y, cómo no, con el runrún del sorteo de la lotería nacional de Navidad. A Pepa, a Suaad y José María les tocó la lotería. Y no lo decimos nosotros, lo dicen ellos, pero otra lotería.
La lotería de poder comprobar que a más de 5.000 km existe otro colegio en el que se sienten orgullosos de compartir el carisma que el P. Luis Amigó nos legó; de formar parte y trabajar para educar aplicando en el día a día la Pedagogía Amigoniana.
La lotería de sentirse recibido con alegría, con la generosidad de los que teniendo casi nada, lo dan todo. La lotería de reconocerse privilegiados y de comprobar que, aunque la realidad de cada país es muy diferente, la relación con nuestro alumnado no cambia tanto. La lotería de comprobar que tanto en las clases diarias del colegio, como en las catequesis y las corales, como en la eucaristía de los domingos, la alegría, el color y un sentimiento intenso de vida lo inundan todo. Actividades en las que la palabra CELEBRACIÓN recobra sentido.
Suscribimos las palabras de Pepa, Suaad y José María para cerrar esta primera etapa de intercambio y fortalecimiento de la relación intercolegial. Sabemos que en febrero recibiremos la visita del director del Centro Católico Luis Amigó de Benín, el P. Joël Bokossa, e intentaremos estar a la altura y seguir transmitiendo con firmeza el mensaje de cooperación y hermandad en los Colegios Amigó.