Por Noelia García
La capilla del Colegio Nuestra Señora de los Dolores de Hellín (Albacete) acogió el sábado 2 de diciembre la clausura de los actos conmemorativos del 75 aniversario de la Real Cofradía y Hermandad de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora del Dolor -más conocida como Cofradía Nuestra Señora del Dolor- de la localidad albaceteña.
Nuestro P. Provincial, Fr. Jürgen Hoffend, presidió estos actos de clausura, que contaron también con la participación del P. Juan Antonio Vives, historiador de la Congregación, quien impartió ante los presentes la conferencia “La Cofradía Nuestra Señora del Dolor y los Religiosos Terciarios Capuchinos”.
Pilar Flores, presidenta de la Cofradía, fue la encargada de presentar a ambos al inicio del acto En su conferencia, el P. Juan Antonio Vives hizo especial hincapié en la estrecha relación que ha tenido la Congregación con esta Cofradía durante estos 75 años de historia. Comenzó explicando cómo fue la llegada de los primeros religiosos amigonianos, primero a Sierra y después a Hellín.
A continuación, detalló cómo fue la construcción y puesta en marcha del actual Colegio Nuestra Señora de los Dolores desde la colocación de la primera piedra del edificio, allá por 1946, y de la primera comunidad de religiosos que habitó esta casa a partir de 1950. Y a través de este recorrido por la historia de los amigonianos en Hellín fue desgranando también estos 75 años de la Cofradía, muy ligada a la imagen de Nuestra Señora del Dolor, oba de José Rodríguez Fernández-Andes, que alberga la capilla del Colegio.
El historiador también habló de cómo la devoción por esta imagen se fue extendiendo por la localidad gracias a esas comunidades de amigonianos y destacó los valores que nos transmite la Virgen a través de esta devoción de Nuestra Señora del Dolor: su misericordia, su sensibilidad y su compasión y piedad.
Para finalizar el acto, todos los presentes compartieron la Eucaristía de acción de gracias por el 75 aniversario de la Cofradía, Eucaristía que estuvo presidida por el P. Provincial, y una comida fraterna.