P. José Narbona: Siempre “ojo avizor”

Por Noelia García

El miércoles 3 de julio fallecía, a los 84 años de edad, el religioso amigoniano P. José Demetrio Narbona, miembro de nuestra comunidad del Colegio P. Luis Amigó de Pamplona. Nacido el 22 de diciembre de 1939 en Ormijana (Álava), hizo su primera profesión el 14 de julio de 1958 en Godella (Valencia) y sus votos perpetuos tuvieron lugar ese mismo día de 1964 en Fontidueño (Colombia). Fue ordenado sacerdote el 23 de julio de 1967 en Vitoria.

En 1953 dejaba su pueblo natal siguiendo los pasos de su hermano Benito, también religioso amigoniano. El 15 de enero de ese año llegaba al Seminario San José de Godella (Valencia), donde recibiría el sacramento de la Confirmación y donde llevó a cabo el estudio de las Humanidades. Allí inició el noviciado en 1957 e hizo sus primeros votos un año después.

De Godella pasó a Hellín (Albacete) para hacer allí los tres años de estudios filosóficos que contemplaba el Plan de Estudios de la Congregación. En 1961 llegaba al Seminario Seráfico San Antonio de Pamplona, donde hizo sus prácticas pedagógicas, que continuó un año después en la Casa del Salvador de Amurrio (Álava). En 1963 era destinado a Colombia para hacer sus estudios teológicos en la Escuela de Trabajo San José y en ese país emite sus votos perpetuos el 14 de julio de 1958.

En 1965 regresaba a España, al Seminario Mayor Internacional San Hermenegildo de Dos Hermanas (Sevilla). Tras su ordenación sacerdotal el 23 de julio en 1967 en Vitoria y la celebración de su primera misa en su pueblo natal de Ormijana dos días después, era destinado al Colegio Fundación Caldeiro de Madrid como educador y vicario parroquial. A finales de ese año se trasladó al Seminario San José, donde sigue ejerciendo de educador, primero de los más pequeños y luego de los adolescentes, y donde fue también capellán de Villa Teresita y del Centro de Reforma de chicas.

En 1969 volvía a Pamplona, al Seminario P. Luis Amigó, donde permaneció siete años ejerciendo de vicesuperior, administrador, educador de adolescentes y promotor vocacional. En 1972 fue designado para acompañar al P. Miguel Cabanas en la primera fundación de la Congregación en Managua (Nicaragua), aunque no llegó ir. Ya en 1976 pasó a formar parte de la primera comunidad de la Residencia Amigó de Burgos y fue nombrado delegado vocacional de la Provincia de la Inmaculada, siendo elegido en 1977 para participar en el IV Capítulo Provincial como delegado de los religiosos. Ese mismo verano era destinado de nuevo al Colegio Fundación Caldeiro, donde fue responsable de pastoral y profesor de religión, manteniendo también sus funciones de delegado nacional de la Provincia y delegado de misiones.

A finales de 1978 regresaba de nuevo a Pamplona, al Colegio P. Luis Amigó, donde permanecería siete años como formador y psicólogo, delegado de misiones y encargado de la promoción vocacional de las comunidades del norte. En el verano de 1986 era designado superior de la Colonia San Vicente Ferrer de Burjassot (Valencia), cargo que ejerció hasta que, al erigirse canónicamente la Casa de los Muchachos de Torrelavega (Cantabria), fue nombrado primer superior de la casa. En 1988 era nombrado, además, capellán de la Prisión Provincial de Santander y delegado de la pastoral penitenciaria de Cantabria. En 1989 participó en el VIII Capítulo Provincial y fue designado de nuevo superior y director de la Casa de los Muchachos. En 1992 era nombrado para un nuevo trienio y allí celebra sus Bodas de la Plata sacerdotales en la Parroquia de la Asunción el 15 de octubre de 1992.

Incardinado en la Provincia Luis Amigó tras su creación a principios de ese mismo año 1992, en 1993 participa en el I Capítulo Provincial. En 1995 dejaba de ser superior y director de la Casa de los Muchachos, pero sigue formando parte de la comunidad y atendiendo la Prisión Provincial de Santander. En 2001 fue destinado al Colegio San Nicolás de Bari. En Teruel ejerció de superior y director, rector de la Capilla -ahora Santuario- de San Nicolás de Bari y párroco de El Cuervo, Concud y Caudé. Continuó también allí su labor en la pastoral penitenciaria como capellán de la Prisión Provincial de Teruel y delegado de pastoral penitenciaria. 18 años permaneció en Teruel en los que fue, además, colaborador en la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española, delegado de la Fundación Amigó y creador del Centro de Inserción Socio Laboral (CLEO) que alberga nuestra casa de San Nicolás de Bari.

Dejó Teruel en 2019 para pasar a formar parte de la comunidad del Hogar Saltillo de Portugalete (Vizcaya) durante tres años y regresar, una vez más, a Pamplona, a la comunidad del Colegio P. Luis Amigó. Allí ha permanecido algo menos de dos años hasta que, a finales de junio, tuvo que ser trasladado a la enfermería provincial situada en la comunidad del Seminario San José-EPLA de Godella (Valencia). Allí fallecía este miércoles 3 de julio a los 84 años de edad y tras 66 años de vida religiosa.

“Se distinguió el padre Narbona por ser una persona siempre pendiente por estar presente e implicado en cuanto sucedía en su entorno, siempre con el “ojo avizor” para otear cuanto acaecía y para dar una respuesta pronta y eficaz a la situación planteada. Era un religioso sencillo y servicial. Nunca se dio importancia ni se creyó superior a nadie. Vivió, en este sentido, una fraternidad completamente sintonizada con la sinodalidad de que nos habla la Iglesia actual y, en particular, el papa Francisco; una fraternidad caracterizada por el servicio mutuo”, le describe el P. Juan Antonio Vives, historiador de la Congregación.

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