Celebración provincial de las efemérides amigonianas

Por Fr. Carlos Sagardoy Azagra

Las bodas de Profesión 2024 de los religiosos amigonianos se han celebrado el sábado 7 de septiembre en el Seminario San José de Godella (Valencia), que se vistió de fiesta para la ocasión. Nos reunimos en torno a unos 60 hermanos que querían celebrar y dar gracias a Dios por el don de su vocación religiosa. Setenta y cinco, cincuenta o veinticinco años de respuesta fiel a la llamada que un día y cada día Dios les hizo y les sigue haciendo.

El padre Miguel Vadillo Vallejo celebra sus Bodas de Platino de Primera Profesión; los Padres Juan Mª García Latorre y Joaquín Portaña Serrano, sus Bodas de Oro de votos perpetuos; el padre José Luis Castillejo Llusiá, sus Bodas de Oro de Primera Profesión; y el P. Sanctus Morand Avlessi, sus Bodas de Plata de Primera Profesión. A todos los ausentes los tuvimos presentes en nuestra oración de acción de gracias.

A lo largo de la mañana se fueron acercando algunos de los homenajeados junto a sus familias y amigos, aunque la gran mayoría lo habían hecho la víspera o residían allí. Junto a ellos acudieron también religiosos de nuestras comunidades: de la Colonia San Vicente Ferrer de Burjassot (Valencia), el Seminario San José-EPLA de Godella (Valencia), la Curia Provincial (Madrid), el Colegio Fundación Caldeiro (Madrid), el Colegio Santa Rita (Madrid), el Hogar Saltillo de Portugalete (Vizcaya), el Colegio San Nicolás de Bari de Teruel, la Casa de los Muchachos de Torrelavega (Cantabria) y el Colegio Monte Sión de Torrent (Valencia).

Llegada la hora, con una solemne procesión comenzó la eucaristía de acción de gracias. Presidió la Eucaristía el P. Jürgen Hoffend, Superior Provincial, que fue concelebrada por los padres Miguel Vadillo Vallejo, Joaquín Portaña Serrano, Juan Mari García Latorre y Sanctus Moran Avlessi, acompañando todos los sacerdotes allí presentes.

Ya en el altar, el Padre Provincial, con unas cariñosas palabras, dio la bienvenida a los asistentes, motivó la reunión “familiar y de vida” y felicitó a cuantos celebraban su aniversario. Señaló que lo importante de los religiosos amigonianos es “ser zagales del Buen Pastor”. Ser sencillos, humildes y servidores. Seguir a Jesús que es nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida”, entregarnos en nuestra misión y caminar juntos con la familia amigoniana.

A continuación, todos los religiosos, puestos en pie y en voz alta, renovamos la Profesión Religiosa. Seguidamente, entonaron el canto vocacional “Qué detalle Señor has tenido conmigo”. La celebración estuvo muy acompañada por la música y canto, con la participación de todos los religiosos, laicos y familiares, y animada por el pequeño coro, dirigido por José María Simón y Mª Eugenia Fernández. Se entonaron los cantos: “Vienen con alegría Señor”, de entrada, “El Señor nos ha reunido junto a Él”, en el ofertorio, “Si me falta el Amor”, en la comunión, “Vaso Nuevo”, en la Acción de Gracias y finalizando con “Dolorosa de pie junto a la cruz”, a la Virgen de los Dolores.

Y como acción de gracias, el P. Provincial había invitado a los homenajeados a que dirigieran unas palabras a los allí congregados, mediante un video de tres minutos. Se proyectó un PowerPoint, preparado por José Maria Simón, con la música de fondo de las canciones amigonianas como “Zagales del Buen Pastor”, donde se recogían los mensajes de agradecimiento a Dios, a los hermanos y a la Congregación, con diversas instantáneas o pequeños cortos de la vida y misión de cada uno de ellos. Imágenes, fotos familiares y fotos personales, unas veces solos y otras en grupos y comunidades.  

Experiencias, recuerdos, acción de gracias que podemos sintetizar con la letra de la canción que habíamos entonado tras la renovación de los votos: “Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura; codo a codo contigo, comencé a caminar. Han pasado los años y aunque aprieta el cansancio, paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás”. Todas las intervenciones fueron acogidas con calurosos aplausos.

Finalizada la Eucaristía, las fotos de rigor que dan fe del acontecimiento. Fotos de todos los celebrantes, fotos de los homenajeados, fotos de los religiosos, fotos con los familiares. Y una foto conjunta de todos los asistentes.

Y como ya era la hora, nos dirigimos al comedor del Seminario San José, esta vez en el claustro, para, cual “banquete de bodas”, dar cuenta de una suculenta comida, donde no faltaron saludos, fotos, felicitaciones y brindis.

Sobre las cinco de la tarde, poco a poco cada uno se fue retirando. Unos de viaje, otros a sus respectivas comunidades o domicilios, otros a sus dependencias, pero todos con un sentimiento común reflejado en el Salmo. “Mirad cuán bueno y agradable es que los hermanos habiten juntos en unidad”. La celebración ha sido “una hermosa fiesta familiar, densa de emociones y sentimientos, cargada de recuerdos nostálgicos y pletórica de realidades. Un día vivido en familia, un día donde hemos seguido construyendo la “Familia Amigoniana”.

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