Una edición muy especial del Café Amigoniano

Por Mª Eugenia Fernández

Con motivo de la celebración del XXIII Capítulo General de la Congregación, los Cooperadores Amigonianos organizamos el domingo 4 de mayo una edición especial del Café Amigoniano en el Seminario San José de Godella (Valencia), cuyo título fue “Caminamos juntos. La riqueza del carisma al servicio de la misión”

La ponencia estuvo a cargo del Prof. Dr. Andrés Valencia, perteneciente a la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de Valencia. A modo de resumen y como puntos clave, su ponencia nos habló de que los carismas son regalos del Espíritu para el bien común. No se nos dan para guardarlos, sino para compartirlos. Cada carisma es una forma concreta de amar, de servir y de hacer presente a Dios en medio del mundo. Descubrir el propio carisma es descubrir una misión.

La Iglesia es rica porque el Espíritu la adorna con una diversidad de dones. Cada persona, al descubrir su vocación y su carisma, se convierte en un instrumento único de la gracia de Dios. Cuando estos dones se ponen al servicio de la comunidad, la misión se fortalece y el Reino se hace visible en lo cotidiano.

Caminar juntos implica reconocernos como hermanos y hermanas, distintos pero complementarios, unidos por la misma fe y por el deseo de servir. La comunión entre laicos y religiosos, entre generaciones, culturas y formas de vida, no solo es posible, sino profundamente fecunda. En este caminar compartido, aprendemos a escuchar, a discernir y a colaborar con humildad y entusiasmo.

Nuestra misión exige hoy apertura, compromiso y audacia. El mundo necesita testigos valientes que vivan su carisma con autenticidad, que construyan puentes y no muros, que sirvan sin esperar recompensa. Cuando ponemos nuestros carismas al servicio de la misión, anunciamos con nuestra vida que Dios sigue actuando, que sigue llamando, que sigue enviando.

Caminamos juntos, animados por el Espíritu, con la certeza de que cada paso compartido es una semilla de esperanza y de transformación. Que no tengamos miedo de ofrecer lo que somos. El carisma que hemos recibido es luz para el mundo. Y solo brillará si lo entregamos con generosidad.

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