Siembra, que… ¡algo queda!

Por Jon de Ugao

El Centro Juvenil “Auf dem Hügel” de Bonn (Alemania), que los amigonianos dirigieron durante 21 años (1968-1989), marcó una época y un nuevo estilo de trabajo en el campo de la prevención social y delincuencial. Los amigonianos cambiaron de lugar hace 35 años, pero allí quedaron los voluntarios que los habían acompañado durante su trayectoria en el trabajo realizado en uno de los barrios marginales de la ciudad.

Los amigonianos se fueron… pero la simiente sembrada en esos años comenzó a dar fruto y lo sigue dando hasta el presente. Estos voluntarios amigonianos continuaron llevando adelante esta actividad social y educativa hasta que la expansión de la ciudad de Bonn se tragó tanto el Centro Juvenil como casi todas las viviendas sociales del barrio.

Muchos de ellos eligieron profesionales sociales (hay varios trabajadores y pedagogos sociales entre ellos) que ejercen con el espíritu amigoniano adqui­rido en aquellos años, pasando el testigo a sus descendientes. Cada año, aprovechando el puente de la Fiesta de la Ascensión -que en Alemania es fiesta religiosa y civil- se reúnen con su familia, hijos y sus nietos en Schaven, en la zona montañosa del Eifel, para pasar unos días juntos, recordar tiempos pasados y alimentar su espíritu con algunas dosis de espiritualidad y pedagogía amigonianas. Dos cosas no han faltado nunca en estos encuentros: la celebración de la Euca­ristía y una paella pos­te­rior.

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