Por Mª Eugenia Fernández
Los Cooperadores de Godella, Colonia, Teruel y Oliva, acompañados de nuestro animador espiritual, P. José Oltra, del P. José Mª Simón, y de algunas Hermanas Terciarias Capuchinas de las comunidades de Massamagrell y Meliana, nos encontramos el sábado 5 de abril en el Seminario San José de Godella (Valencia), para compartir juntos nuestro tradicional retiro de Cuaresma bajo la dirección del P. Esteban Liu.
Cada uno llevaba consigo una historia, una carga, una búsqueda. Algunos llegaban cansados, otros con corazones llenos de dudas, pero todos con una esperanza secreta de experimentar algo que los transformara.
El retiro comenzó con una acogedora bienvenida en la que se nos invitó a dejar atrás las preocupaciones del mundo exterior, a desconectarnos de las distracciones y a sumergirnos en un tiempo de encuentro profundo con Dios. En la sala, la presencia de paz se podía sentir en el aire y las oraciones o lecturas iban creando una atmósfera de serenidad, mientras que cada uno de nosotros se disponía a abrir su corazón.
El P. Esteban Liu, con una gran ternura y sabiduría, compartía mensajes sobre la conversión, ese giro interior hacia Dios, ese retorno a la verdad que habita en lo más profundo del ser; cómo alejarnos de la carne y dejarnos invadir del Espíritu, esa presencia viva que transforma, sana, y guía. Nos habló del amor incondicional del Padre, de la misericordia que siempre está dispuesta a abrazarnos, no importa cuántos errores hayamos cometido.
Hubo una pequeña pausa para recibir el saludo del P. Provincial, Fr. Jürgen Hoffend, que nos animó a seguir en pie, estar juntos y con corresponsabilidad. También nos anunció que en el Capítulo General se planteará la inclusión de la Familia Amigoniana en los estatutos y nos informó de que la actual presidenta internacional, y secretaria de los Cooperadores de España, está invitada y acudirá en nuestra representación. A media mañana tuvimos un pequeño compartir, un cafecito que nos dio mas energía para continuar y ya aprovechamos para hacernos la foto de familia.
Antes de compartir nuestras vivencias, tuvimos un rato de adoración en el que el Espíritu Santo, como un río de gracia, fue tocando cada corazón, renovándolo y llenándolo de un amor que no se puede describir, solo experimentar. En esta jornada de retiro, muchos comprendieron que la conversión no es solo un acto de arrepentimiento, sino una transformación profunda del ser, una renovación en la forma en que vemos a Dios, a sí mismos y al prójimo. El Espíritu Santo, que viene con poder y suavidad, nos mostró que nuestra vida, llena de dificultades y retos, puede ser guiada por una nueva fuerza, la del amor divino.
Finalizamos este encuentro con un compartir fraterno en la pinada, sintiendo que hemos sido tocados por el amor de Dios y por el poder del Espíritu Santo, que no se limita a esos momentos especiales, sino que continúa cada día, guiándonos, llenándonos de paz, y transformando nuestras vidas de una manera nueva y maravillosa También nos hemos reafirmado como una familia unida por una experiencia común de conversión y renovación espiritual.
Producto de este encuentro, nuestra Cooperadora Betsi Castro escribió esta oración:
“Gracias Señor Jesús por este día, por estar aquí ante tu Santísimo Sacramento.
Queremos pedirte nos llenes de tu Espíritu, que estamos acostumbrado a llenarnos de cosas materiales que no nos dejan llenarnos de ti;
aleja las montañas que nos ocupan y llena ese vacío que grita y te desea.
Llénanos de tu Espíritu para que podamos transmitir a todo aquel que nos rodea tu amor y deseo de paz en este mundo lleno de miseria y guerras.
Sólo tú puedes, Jesús, por medio de tu Espíritu, convertir nuestras tristezas en alegría; sana nuestro corazón, sana nuestra vida.
Hoy mas que nunca necesitamos de ti, de tu amor, de tu Espíritu. Amén.”