
El 28 de febrero fallecía, a los 89 años de edad, el P. Ricardo Ollacarizqueta Poza, religioso de nuestra comunidad del Seminario San José de Godella (Valencia). Natural de Arzoz de Guesálaz (Navarra), donde nacía un 9 de junio de 1935, ingreso en el Seraficado de San Antonio en Pamplona con 12 años. Allí inició sus estudios de Humanidades, que continuaría en el Seminario San José de Godella, donde ingresaría al noviciado el 13 de julio de 1952 y haría su primera profesión el 14 de julio de 1953.
Sus estudios filosóficos los hizo en Hellín (Albacete) de 1953 a 1956, año en que volvió a Pamplona para las prácticas pedagógicas. De allí pasó a la Casa del Salvador de Amurrio (Álava), donde haría sus estudios teológicos y haría su profesión perpetua el 14 de julio de 1959. Fue también allí donde fue ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1962.

De vuelta al Semanario San José, estaría allí un año como encargado del grupo de pequeños primero, y luego de mayores, con un intervalo de un año que estuvo destinado en el Hogar Saltillo de Portugalete (Vizcaya). En 1968 fue nombrado superior del Seminario, cargo que ejercería durante un trienio, hasta que fue destinado a la Casa Tutelar del Buen Pastor de Zaragoza, también como superior.
En 1974 fue elegido cuarto conejero de la Provincia de la Inmaculada y nombrado secretario y ecónomo. En los dos trienios siguientes pasó de cuarto a tercer consejero, siguiendo ejerciendo con dedicación los servicios de secretario y ecónomo. Elegido segundo consejero en 1983, cargo que renovó en 1986 y 1989 y que seguía compatibilizando con la secretaría y la economía provincial.

En 1992 fue nombrado secretario provincial de la recién creada Provincia Luis Amigó, cargo que siguió ejerciendo hasta 2001, y en la que también fue cuarto consejero. Hasta 2023 formó parte de la comunidad de la Curia Provincial, donde siguió colaborando en tareas de secretaría hasta que su salud se lo permitió. Trasladado a la comunidad del Seminario San José en diciembre de 2023, fue allí donde falleció el pasado día 28 de febrero.
El P. Juan Antonio Vives, historiador de la Congregación, destaca de él que ha sido “el secretario por antonomasia”. Y el propio P. Ricardo se refirió así a esta gran labor en su video autobiográfico “Dedicación y servicio”: “Mi vida ha sido la secretaría”. “Entre las virtudes que más sobresalieron en él, cabría destacar, en primer lugar, las relacionadas directamente con su labor de secretario, como son, sin duda, la prudencia, la reserva, la fidelidad, la dedicación y la laboriosidad, sin horarios”, le describe el P. Vives.

“Movido en todo momento por su bondad natural y por su sencillez y humildad, reflejo de su identidad franciscana y amigoniana a un tiempo, fue durante toda su vida un verdadero hermano menor que hizo de la acogida, la amabilidad y la cercanía su vestimenta a la hora de recibir, hospedad y atender, hasta en los más mínimos detalles, a todos los religiosos que llegaban a su Curia”, concluye.