El P. Joaquín Portaña presenta sus memorias como religioso terciario capuchino

El antiguo salón de actos de la Caja de Castilla La Mancha de Hellín (Albacete) acogió ayer, jueves 23 de octubre, la presentación del libro del P. Joaquín Portaña Serrano: “No te elegí yo, tú me elegiste a mí”, que él mismo describe como las memorias de un religioso hellinero terciario capuchino.

El P. Joaquín, que este año ha celebrado las Bodas de Oro de ordenación sacerdotal, recoge en esta obra sus 57 años de vida religiosa, reflexionando sobre su vocación, su vida al servicio del carisma amigoniano y lo mucho que le debe a Dios por lo que esta vocación ha supuesto en su vida.

“Estas sencillas y humildes líneas plasmadas en este libro, creo es una forma de contarle a muchas personas que Dios existe, actúa e interviene en nuestras vidas, en cuanto le abrimos las puertas de nuestro corazón con humildad y entrega.  Porque cada uno de nosotros tenemos una historia con Dios”, subraya.

Reconoce que escribir este libro le ha supuesto hacer un fuerte ejercicio de memoria y sinceridad, y que a medida que avanzaba en su escritura se iba dando cuenta de la importante presencia que Dios ha tenido en su vida y como la ha ido transformando, algo que le sigue asombrando. “También me ha supuesto una muy hermosa oportunidad de recordar los momentos y situaciones especiales que, sin haberlas buscado, me han sido dadas, como auténticos regalos, algunas con sobresalto incluidas y otras conmovedoras”, añade.

Sobre el título del libroNo te elegí yo, tú me elegiste a mí”, el P. Joaquín explica que hace referencia a cómo Dios se vuelve protagonista de nuestras vidas cuando le dejamos entrar: En nuestra vida hay una cara que todo el mundo conoce, con la que vivimos el día a día y a la que unos y otros estábamos acostumbrados. Y hay otro lado desconocido, el que muchos ignoran, el mundo interior que nos guardamos, en el que están nuestras miserias, vergüenzas, rarezas o experiencias vitales que nos da pudor que otros conozcan, cosas bastante personales que también merecen la pena ser compartidas por si son fuente de reflexión e inspiración para otros”, concluye.

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