
Por Mª Eugenia Fernández
En un clima de recogimiento, fraternidad y memoria viva, la comunidad de religiosos mayores del Seminario San José de Godella (Valencia) se unió el día 1 de octubre a toda la gran Familia Amigoniana para conmemorar el tránsito a la Casa del Padre de nuestro fundador, el padre Luis Amigó, acontecido en 1934. Esta celebración, tan cargada de sentido para todos nosotros, se vivió con una especial profundidad, al coincidir también con los preparativos de la fiesta de San Francisco de Asís, modelo e inspiración del carisma amigoniano.
Durante la jornada, los religiosos mayores, verdaderas raíces vivas de nuestra historia y espiritualidad, compartieron momentos de oración, reflexión y memoria agradecida, recordando con ternura y lucidez las huellas que el padre Luis ha dejado en sus propias vidas y en tantas generaciones de religiosos y laicos que han bebido de su espiritualidad.

Este tiempo de gracia no se vivió en soledad. El personal del Seminario, con su cercanía cotidiana, se hizo presente con gestos de cariño, oración compartida y una serie de actividades preparadas especialmente para ellos, expresando así su profundo sentido de pertenencia a esta gran familia que no deja de caminar, guiada por el Espíritu y la inspiración en nuestro carisma.
Un momento bastante significativo fue la celebración conjunta con la comunidad educativa del Colegio EPLA, organizada como presidenta de los Cooperadores Amigonianos de España junto a Candi Marco, directora del centro. Alumnos, docentes y personal administrativo se acercaron al Seminario para escuchar de las voces del P. José Oltra, el P. Agripino González y el P. José Luis Rodríguez un poco del momento del tránsito del P. Luis Amigó, ambientado en el claustro, la Iglesia y la habitación del P. Luis.
Los cantos, las oraciones y los símbolos preparados por los jóvenes dieron un tono fresco y esperanzador a esta celebración, recordándonos que el legado del Padre Luis sigue vivo, fecundo y actuante en cada rincón donde se vive la misión amigoniana.
Así, entre generaciones que se encuentran, entre memorias que se abrazan y entre corazones que oran juntos, el Seminario San José ha celebrado con gozo y gratitud estas fechas tan significativas, reafirmando una vez más que somos una familia que cree en el poder de la reconciliación, la fraternidad y el amor hecho servicio.

¡Que San Francisco y el padre Luis Amigó sigan iluminando nuestro camino con paz, sencillez y entrega fraterna!