
La ermita de San Cristóbal de Villalba Baja, barrio pedáneo de Teruel, encomendado a la comunidad de San Nicolás de Bari desde septiembre de 2024, celebró el pasado sábado 7 de junio una jornada de convivencia llena de emoción para conmemorar el 25 aniversario de su templo.
El acto central de la jornada fue la misa jotera presidida por el obispo de Teruel y Albarracín, Mons. José Antonio Satué, que estuvo acompañado en la celebración por los dos miembros de la comunidad de San Nicolás, el P. José Mª Simón y el P. Miguel Argente.
La celebración había comenzada con una procesión desde la parroquia de Villalba Baja hasta el cementerio, donde se rezó un responso. Desde allí, los participantes se desplazaron hasta el cerro donde se ubica la ermita de San Cristóbal, donde el obispo de la Diócesis, Mons. Satué firmó el libro de firmas que se había habilitado para que todos pudieran dejar sus mensajes en este día tan especial para Villalba Baja.

Tras la Eucaristía, se procedió a la tradicional bendición a Villalba Baja, que se hace desde esta atalaya. A continuación, los participantes compartieron un vino español en el merendero, disfrutando de una jornada de convivencia entre los vecinos y celebrando que su ermita ya cumple un cuarto de siglo llena de vida gracias a la colaboración vecinal.
El templo se levantó en el año 2000 para sustituir a una construcción anterior, que estaba en mal estado. En la jornada celebrativa se recordó también el esfuerzo de todos los vecinos que, sin ninguna otra ayuda, hicieron posible que el proyecto de la nueva ermita se hiciera realidad.