
Por Mª Eugenia Fernández
El pasado 19 de marzo celebramos no solo en comunidad, sino también con los fieles que asisten a misa en la Iglesia del Seminario San José de Godella (Valencia), la celebración de nuestro patrón. Tanto la Eucaristía como el compartir fraterno al salir de la misma, fue un momento de encuentro lleno de alegría y fraternidad donde nos unimos laicos y religiosos para agradecer el don de la vida y el cuidado amoroso que en nuestro caso lleva implícito.
Fue un momento de risas, recuerdos de épocas mozas, agradecimientos por el tiempo compartido, ternura ante el mayor que ya no puede, como en tiempos de antaño, mantener una conversación o caminar a paso un poco más ligero. Incluso después del chocolate y la coca, preparados desde cocina con tanto cariño, disfrutamos tirando petardos.

Estamos, al igual que el Papa Francisco, experimentando en cada encuentro, la paciencia y el amor del Señor, mostrados en las manos de quienes nos cuidan y de quienes se nos acercan a compartir un rato de oración y de acción en el encuentro.
“Allí donde nuestros errores se convierten en escándalo, pidamos a San José tener la valentía de hacer verdad,
pedir perdón y empezar de nuevo humildemente.” (Papa Francisco)